jueves, 25 de septiembre de 2008

Día

Capaz sea escribir el espacio, subiendo, en el espacio. La oscuridad, sin masa, palpando el aire alrededor. Bajás repentinamente para detenerte en el medio y andar hacia adelante. Otra vez encontrándome con el naranja. Es como viajar muy rápido y muy lento al mismo tiempo. Ves a todos desde arriba, ves todo desde arriba, pequeño, casi indistinguible en el todo, sintiéndolo conectado. Y vos afuera, arriba, sin tocar pero sintiendo. El corazón te vuelve cuando termina la canción y seguís con tu vida, sin más ni más.

A partir de acá es racional, y no es la misma canción. Me distraigo, descreo de donde estoy. Me molesto imaginando cosas, dejo de ser lo que debería completar en las hojas para pescar un segundo de voz, de voces. Agarro lo que puedo y mando lo primero que se me ocurre, casi todo llega a buen puerto. Lo que no, no importa, rellena el aire igual y es divertido. Por un segundo soy una estrella, y te veo brillar conmigo, como aquella noche oscura, oscurísima, indescriptible vista de la vía láctea, aquél que la vio en toda su expresión sabrá a lo que me refiero. Una oscuridad completa, sin embargo los millones y millones de estrellas están ahí, y los ves, penetran la negrura de la noche, lastimando los ojos por el esfuerzo de ver tanta belleza. Así veo los buenos días. Y los malos, mejor no nos metamos.

En eso me pierdo en las risas y las confusiones; si dijiste eso, si te escuche, si me escuchaste. Acá me confundo más todavía, me confundo con las ganas de hacer cosas que no debería, o que sí, pero no ahí. Entro en la espiral y me pierdo. Si es por formas, me gustan más las líneas curvas, los garabatos, que empiezan y no terminan (muchas veces como yo), no sabés cuando van a doblar, por ahí hacen las figuras más bellas y por ahí quedan en garabatos, como este texto.

Así resumo mi día, cobrando existencia desde que empiezo a brillar.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Sin título 3

Mirando algunas hojas me encuentro con este textito, de mi cuaderno viajero. A ver que te parece.

¿O era tuyo?
Si digo tere te lo convido
si digo canción te la canto
si digo libro te lo cuento
si digo comida la comparto
si digo amor es tuyo

Lo que genero es para vos
si es distinto es para vos

Siempre me confundo
dónde termina mi dibujo
y empieza el tuyo.
Pensar que es tuyo o mío
me rompe la cabeza

La gracia es que termine
siendo tuyo y yo te lo de.

P.D.: Nada de perseguirse por favor.

La otra noche me pareció más bonito.

domingo, 14 de septiembre de 2008

No perdamos nuestras ojotas y nuestros shores (oda al tere)

Quiero no afeitarme hoy,
perderme en tela vieja,
salir sin pedirle nada al día.
No, miento
es una petición al día,
a mí.

¿Para qué treparme al arbol
seco y sin hojas,
el cilindro de mierda
que confunden por arbol?

Prefiero la frondocidad de las ojotas,
la majestad de mis libros,
la comodidad de mis shores.

Al final es una oda al tere.
Todo lo que está entre
mi ser y mis ojotas
mi ser y mis libros
mi ser y mi canción
mi ser y mi ciudad
mi ser y mi amor
es un tere.

Sin título

Escritos algún día en la facultad, en alguna materia, en alguna siesta aburrida.

Belleza en la  siesta
vigía escondido en la verde hoja,
la calidez confunde las imágenes,
no importa, el tiempo me las había arrebatado
y el calor me las devolvió.

Placentero; una hamaca paraguaya;
paz y verde, colgando con la hoja
aprehendo el momento.


Otro sin título, un poco más abajo en la hoja.

Cuesta tan poco imaginar
en éstos años
¿Está realmente muerta la imaginación?
¿O es el llanto de los perezosos?
El grito que la pide en bandeja de plata.
Me duele pensar
que ella no tenga palabra en esto
Derrotemos la inercia.